5 consejos para vivir una experiencia inolvidable en el Jardín Majorelle

Una visita al Jardín Majorelle es uno de los puntos más destacados de cualquier itinerario en Marrakech, pero con algunos consejos de experto, puedes convertir tu viaje de bueno a extraordinario. Primero, llega a la hora de apertura —generalmente a las 8 a.m.— para evitar las largas filas y disfrutar en tranquilidad de la villa azul y de los senderos botánicos casi en soledad. Llegar temprano no solo significa menos gente, sino también una luz matutina más suave, ideal para los amantes de la fotografía que quieren capturar las emblemáticas paredes azules cobalto entre el follaje cubierto de rocío.
En segundo lugar, compra tus entradas en línea con antelación para evitar la fila de boletos. Con capacidad diaria limitada, el Jardín Majorelle puede agotarse rápidamente. Al comprar tu entrada con anticipación, evitarás perder valioso tiempo de viaje en Marruecos esperando en la fila. Busca vendedores confiables que ofrezcan boletos digitales que puedan escanearse directamente en la entrada de Vallee Gate, lo que te permitirá acceder a este exuberante oasis sin estrés.
En tercer lugar, no te pierdas el Museo de Arte Islámico dentro del jardín. Después de pasear por la vibrante colección de cactus y los bosques de bambú, dirígete al pabellón del museo para admirar una impresionante exposición de cerámicas, alfombras y manuscritos del norte de África. Las galerías del museo cuentan con aire acondicionado y ofrecen un agradable descanso del calor del mediodía mientras profundizas tu apreciación del patrimonio artístico y de diseño de la región.
En cuarto lugar, puedes hacer una pausa para tomar un café a media mañana en el café del recinto. Ubicado junto al estanque de los lirios, el café sirve refrescante té de menta y dulces marroquíes —perfectos para recargar energías antes de continuar explorando los rincones ocultos del Jardín Majorelle. Por último, visita el cercano Museo Yves Saint Laurent (a solo unos pasos) para completar tu día cultural. Al combinar tu visita al Jardín Majorelle con el Museo YSL, disfrutarás de toda la belleza botánica y la historia de la alta costura de Marrakech —todo en una experiencia inolvidable.
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